Félix Espinoza -Pintor con la Boca |
Recuerda las miradas de asombro de quienes lo veían dejar sus muletas especiales y disfrutar del mar sin ningún problema. Y mientras forra los cuadernos de su hija de cinco años, valiéndose de su boca y sus muñones, afirma que “casi no hay nada que yo no pueda hacer. En el colegio nunca pedimos ningún trato especial para mí, ni que me exoneraran del curso de Educación Física. Yo no podía correr, cierto, pero podía nadar muy bien, y eso lo tomaban en cuenta para las evaluaciones” señala..
“Mi madre adoptiva, una alemana a quien considero totalmente mi mamá, fue quien me enseñó que nunca hay debe uno darse por vencido” sentencia Espinoza. Tanto, que cuando ingresó a la Universidad Católica, fue a hablar con el director de la Escuela de Arte para que lo trataran igual que cualquier otro estudiante. Es más: exigió que lo trataran con más rigor, para que el cachimbo tuviera necesariamente que poner todo su empeño en los estudios. “Ella me conocía muy bien” señala, “efectivamente necesitaba poner a prueba mi vocación”.
Vocación que una vez plenamente desarrollada le ha dado grandes satisfacciones. Como la de no sólo vivir de su arte, sino también costearse un departamento y poder mantener a su familia con el ejercicio de su arte, así como pasear y exhibir su obra por diferentes ciudades alrededor del mundo. “Quiero que mi obra hable por sí misma, que el público la valore por sí misma, y no porque fue hecha con la boca, eso es completamente secundario” dice.
Espinoza es un artista versátil, que se expresa con distintas técnicas y materiales como óleo, acrílico, acuarela, grabado, e incluso el tallado en madera, utilizando siempre la boca para sostener pinceles y herramientas. “Nadie creía que yo podría aprender el tallado de la madera” recuerda el artista, “y de hecho me costó mucho trabajo, pero finalmente lo logré… aunque me pasé varios días tomando solamente caldos y purés porque mientras aprendía me lastimé mucho la boca”.
Espinoza se considera a sí mismo un “obrero del arte”, que a pesar de haber ganado ya seis premios diferentes (y de contar con más de 100 exposiciones aquí y en el extranjero) trabaja incansablemente para perfeccionar su estilo, pues cree firmemente que en el artista nunca debe sentirse satisfecho con lo que la logrado hacer, sino que debe continuamente aspirar a la perfección.
Félix Espinoza integra desde hace 15 años la Asociación de Artistas Pintores con la Boca y con el Pie (AAPBP), con sede en Suiza, y que trabaja con editores de más de 40 países para poder realizar las reproducciones de las obras y comercializarlas en forma de impresiones artísticas, postales y calendarios, y que además otorga becas para poder dedicarse íntegramente al ejercicio del arte.